martes, 4 de noviembre de 2008

Los tiempos de Gordon Gecko se han acabado, o el error de la avaricia.

En 1987 Michael Douglas se presento al mundo como Gordon Gecko y cambio al mundo. Su personaje no solo era malvado, arrogante y fácil de irritar sino que era agradable. Gecko no era un malvado que le causaba simpatía a unos pocos sino que era una persona adorable. La película en la que Gecko se dio a conocer al mundo se llamo Wall Street y es la mejor película del sistema financiero en la historia. El director fue Oliver Stone y pinto un mundo en el cual la gente no tenía ni la más mínima moral, en una escena un personaje secundario nombra las características del monstruo financiero interpretado por Douglas, entre las cuales pide no olvidar el bypass moral al que lo sometieron al nacer. Al margen del bypass moral y al margen de su arrogancia el personaje de Douglas despertó pasiones en la pantalla (el personaje de Charlie Sheen interpreta a un aprendiz del mundo financiero que es acodado bajo su ala) y genero adeptos fuera de ella. Oliver Stone decidió contar el intrincadísimo mundo del Wall Street con una estrategia muy exitosa. Lo hizo mediante una escondida primera persona (uno es casi un virtual aprendiz fuera de cámara) que tomaba parte en el proceso de aprendizaje de Bud Fox (Sheen). Fox es un niño con grandes aspiraciones, para lograr lo que quiere sabe que hay que llegar a la cima y el camino es a través de Gecko. Douglas le enseña el yeite a Sheen y nos enseña el mundo financiero a nosotros. Nos dice a quien se le puede llamar rico y a quien no, nos comenta que la primera inversión inmobiliaria que hizo le dejo un pasivo de 800.000 U$S y que en ese momento le pareció mejor que el sexo, nos cita frases de Sun Tzu (El arte de la guerra) y las aplica al mundo financiero. En la película Bud Fox escucha y nosotros como espectadores también, los futuros corredores de bolsa pelan papel y lápiz y divisan fortunas siguiendo el método Gecko. Estos momentos de la película en los que Gecko le explica como diferenciar el mundo a Fox son momentos privados, la interacción se da solamente entre Gecko y Fox. Al margen de estas pequeñas visiones hay una visión global que nos aporta el personaje de Douglas. En una charla en una cena en su honor Gecko explica las virtudes de la avaricia, aquí el gran pope de la bolsa (Gecko) expone como el progreso y los grandes inventos dependieron de la avaricia; como el mundo vive y compite a través de la avaricia; como todos ganamos con la avaricia. La idea de Oliver Stone a través del discurso de Gecko es mostrar la ideología general de Wall Street, la mentalidad podrida de los que ganan fortunas descaradas en la ruleta financiera. Lamentablemente Gecko estaba equivocado, pero lo más lamentable es que se tuvo que caer el mundo de las finanzas para que nos diéramos cuenta.
El discurso de Gecko fue el punto de giro en la vida de muchos corredores de bolsa, todos se avocaron a la posición del bypass ético y buscaron ganar comisiones más altas sin pensar en las consecuencias. La gran prosperidad económica que se dio del 94-2000 y del 2002-2005 permito que esta avaricia rinda amplios dividendos. Luego el mundo empezó a cambiar, el rápido crecimiento de China e India y la escalada de la tercerización hicieron que muchos productos subieran de precio y que gente pierda trabajos. La maquinaria económica estadounidense pudo bajar su dependencia en mano de obra local y cara y la importo (por medio de traslado de centros operativos). Los centros operativos ubicados en China e India principalmente y en Latinoamérica en menor medida cambiaron las reglas del juego. China e India comenzaron a demandar comida y petróleo haciendo subir el precio del barril a precios estrambóticos y subiendo el precio de la comida. El costo de vida subió y el sueño estadounidense de la casa propia o del Self-made Man se empezó a desdibujar. Bajo este contexto nacieron las hipotecas sub-prime, o hipotecas basura, en las cuales se les dio la posibilidad de comprar una casa a casi todo el mundo. La gente se metió en las hipotecas sub-prime sabiendo que les iba a ser difícil cumplir con las cuotas. A los financistas esto les importo una soberana nada y se regodearon en su avaricia al recibir una bella comisión a fin de cada mes. Las cuotas pasaron de ser difíciles a impagables y las entidades financieras empezaron a sufrir. El mundo vivo una bolsa volátil por más de cinco meses y luego sufrió su primer lunes negro. Lehman Brothers se declaro en banca rota y la bolsa bajo más de un 11 por ciento. Ante la grave crisis el presidente Bush busco aire ideando un plan de salvataje para equilibrar los mercados. Lamentablemente la primera gesta del plan no fue aprobada por el gobierno generando otro lunes negro, el plan fue finalmente aprobado seis días después. Hoy en día el mundo financiero internacional vive un periodo de extrema volatilidad en el cual un rumor puede valer más que una adquisición. En las últimas semanas el índice Dow Jones (el más representativo de Wall Street) lucha por mantenerse por encima de los nueve mil puntos y hay muchas jornadas en las que pierde la batalla. Hoy en día todos estamos pendientes de quien será el futuro presidente de los estados unidos. Los Estadounidenses están votando por primera vez en mucho tiempo con la conciencia puesta en un tema de relevada importancia (la última elección gano el candidato que se opuso al aborto).
Como podemos ver los tiempos ya no son los de Wall Street, ya no son los de Gecko. Los mercados no pueden ser manipulados por dos personas como se mostraba en la película, se necesitan como mínimo cien. El sistema económico mundial de hoy en día es muy distinto al de Gecko y lamentablemente, en especial para todos los fanáticos del mal financiero encarnado por el personaje de Douglas, hoy la avaricia cotiza en baja.
04/11/2008.

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