martes, 30 de diciembre de 2008

Esta tierra es fertil y da buenos frutos, Aqui no conocemos la crisis

La muerte de Edmund Husserl y el nazismo reinante en Alemania hicieron al padre Hermann Von Breda llevar todos los escritos de Husserl a la Universidad de Lovaina, localizada en Bélgica. El judaísmo de Husserl al que apuntaba la ciega destrucción de los nazis comprometía la integridad de las obras. Al llegar a Lovaina el padre católico se dio cuenta de que el otro padre, en este caso el de la fenomenología, era un prolífico escritor. En Lovaina nació la biblioteca Husserliana. Entre los manuscritos encontrados se encontraba uno llamado: “la crisis Europea de las ciencias sociales”. Se cree que Husserl escribió este manuscrito en 1936, una época en la cual el mundo estaba lleno de grandes pensadores. ¿Porque entonces enunciaba Husserl una crisis en las ciencias sociales? A lo que Husserl le apuntaba era a que la filosofía se había enclaustrado, la filosofía no estaba más dentro de la sociedad. Al margen de que las clases de Heidegger se llenaban en Friburgo, nadie podía decir que la filosofía comprometía a la sociedad. La filosofía no estaba haciendo su trabajo, la filosofía no le obligada a la sociedad a arremangarse la camisa y replantear sus prácticas. Por esto Husserl hablaba de crisis en las ciencias sociales, las ciencias sociales no eran criticas, nadie contemplaba un cambio al leer un libro o al asistir una clase. Las ciencias sociales disertaban sobre el material ya escrito, las ciencias sociales se habían convertido, para Husserl, en una biología que examinaba las palabras ya muertas. Los libros representaban grandes salas de autopsia en las cuales los alumnos y los profesores buscaban la causa de la muerte de un autor, la filosofía y las ciencias sociales en general vivían de su pasado al mismo tiempo que aniquilaban su presente.
Desde su comienzo la filosofía es una disciplina de choque. Si uno examina la historia del Buddha, uno puede ver que su padre no tenía ninguna intención de que su hijo siguiese un camino religioso-filosófico. No hay mucho que decir de Sócrates que fue culpado de corromper a la juventud por enseñarles ideas impuras. Los filósofos Estoicos de la última generación se reían de las preocupaciones de los romanos hacia cosas inevitables como la muerte. Descartes, con su Cogito Ergo Sum[1], volvió a comenzar un edificio metafísico que venía siendo construido hace miles de años. El empirismo de Hume nos explico que nosotros éramos una tabula raza y que dios debía dejar de recibir tanto crédito por nuestros saberes. Luego llego Kant que con su metodología quebró la historia de la filosofía en dos, Kant cambio la filosofía para bien y para mal. Para bien porque genero una obra importantísima para el desarrollo de toda la humanidad. Para mal porque a partir de aquí muchos filósofos se retrotrajeron a la academia tratando de entender a Kant. Luego de Kant y sus compañeros idealistas vino Nietzsche a enseñarnos a filosofar con un martillo. En el siglo veinte nació el existencialismo y la fenomenología, pero también se multiplicaron los filósofos académicos.
El filosofo académico es un personaje raro, inspirado por la grandeza de los textos filosóficos se dedica a estudiar un filosofo, a veces el aspecto que más le interesa de un filosofo y dedica su vida a publicar monografías sobre su autor o tema de especialización. Estos filósofos enseñan, muchas veces con desgano y escriben sobre sus áreas de interés. Su vida es una simple vida de claustro que transcurre entre la biblioteca y la computadora o máquina de escribir. Cuando dan clases sobre temas generales, rara vez inspiran a sus alumnos fomentando así la idea de que la filosofía es una ciencia aburrida y antigua. Lo que Husserl observaba en su tiempo como algo alarmante hoy se encuentra en un estado de putrefacción. Mientras Husserl escribía su obra el mundo gozaba de filósofos como: Arendt, Levinas, Merleau-Ponty, Sartre, Heidegger, Miguel de Unamuno, Ortega, Marcel, Jaspers, Etc. Hoy en día no hay ningún filosofo que le mueva la tierra a nadie, en los sesenta la gente se movilizaba por las palabra de Sartre o de Marcel o de Camus. Hoy en día ningún filósofo genera crisis. La crisis de Husserl se refería a la falta de generación de crisis por parte de la filosofía y de las ciencias sociales en general. Hoy en día nadie genera crisis, nadie se preocupa por esto. Los filósofos están contentos con entender el orden de las cosas pero ni se preocupan en mostrarlo. Los sociólogos denuncian la moda del consumismo pero piden que las masas consuman sus libros como si fuesen la panacea universal. Los psicólogos y psicoanalistas le ponen un precio de hora a todo tipo de colaboración que hagan. Los estudiosos de la política critican sobre un café amargado por las lágrimas de sus utopías fantásticas. Por último los filósofos se refugian en sus oficinas de universidad a leer a ese filósofo que les cambio la vida, a ese filosofo que les genero la crisis que ellos no pueden generar.
Los practicantes de las ciencias sociales se olvidaron su trabajo, las ciencias sociales tienen que cuestionar el orden de las cosas y no fomentarlo. Las ciencias sociales le tienen que prestar un servicio a las sociedades que estudian. Cuando las ciencias sociales se enclaustran, las sociedades no tienen ni motivación ni acceso a la información. Vivimos en una era en que lo único que las masas leen es lo que está de moda. Ya no hay un canon literario, no hay un canon musical. El canon lo determinan los billetes generados. Esto también pasa con las ciencias sociales, ahora Zygmut Bauman es importante porque vende mucho y todo el mundo lee libros de sociología y acerca de la ideología liquida. Gracias a dios Bauman es un gran sociólogo y al margen del engrosamiento de su bolsillo, el se debe sentir mal que tanta gente lo lea porque es moda. Lamentablemente Bauman no es un revolucionario, Bauman no ofrece soluciones, el solo diagnostica. Esta es una buena forma de generar crisis activamente en busca de la reacción del autor. Sin ir más lejos, Marx fue una persona que diagnostico las maldades del capitalismo pero nunca indico un camino en forma clara. La única directiva de Marx fue: “Obreros del mundo Unid”. Esto está abierto a múltiples interpretaciones, sin embargo la masa popular y obrera entendió cual era la intención de Marx, lamentablemente lo entendieron en el lugar equivocado. Contrariamente a los tiempos de Marx, hoy las masas están muy dormidas para ser despiertas de esta forma. Las masas necesitan un científico de la sociedad que les dé un electroshock para despertarlos. La realidad es que se necesita generar crisis nuevamente. Pero crisis positivas, crisis para el cambio de mente y actitud. Es importante aclarar, esto se debe a que hoy en día la gente solo piensa que las crisis son financieras.
Lo peor de todo es que las crisis financieras no comienzan por las finanzas, las crisis financieras comienzan por la ideología. La mentalidad estancada y pútrida del consumismo genera ciclos y crisis financieras. Es por eso que las ciencias sociales se deben despertar, para generar crisis de praxis, crisis de cambio que fomenten la formación de un nuevo orden. Un orden en el que pensar por uno mismo no sea una actitud contra el mercado. Un mundo en el que cada uno recupere lo que perdió con el capitalismo salvaje. Un mundo en el que la identidad la determinen los valores personales y grupales y no los valores de los bolsillos.
12/30/2008
[1] Pienso luego existo. Esta frase nunca fue escrita en latín Por Descartes ya que se encuentra en: El discurso del método, libro escrito enteramente en francés. Las meditaciones metafísicas, o meditaciones en Prima filosofía que si han sido escritas en latín no contienen esta frase. Lo más cercano a esta formulación se encuentra en la meditación dos, pero no goza del poderío de: Pienso, luego existo.

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